En el músculo: la carne debe estar firme y elástica al tacto y no debe desprenderse al ejercer presión con los dedos. La superficie debe ser de corte brillante.
En los ojos: Desista si los ojos son opacos, hundidos y la pupila está gris. Estos deben ocupar toda la cavidad ocular y ser transparentes, brillantes y salientes.
En las escamas: Deben estar unidas entre sí, adheridas a la piel con brillo metálico y sin viscosidad. Para el caso de crustáceos la piel no debe presentar machas negras.
En las branquias: Deben ser húmedas y brillantes. Su olor debe ser suave a mar o río. No puede haber viscosidad y el color debe ir de rosado a rojo. Si es café o amarillentos, absténgase.
En la cavidad abdominal: No debe tener vísceras ni superficies con desgarres. Fíjese que los huesos o espinas no estén separados del tejido.
Además:
Evite comprar pescados con escarcha o cristales de hielo, ya que estos podrían haber estado almacenados durante mucho tiempo o haber sido congelados varias veces